Rodrigo Rato dejará el Fondo Monetario Internacional (FMI) en octubre, dos años antes de que venza su mandato. "He tomado esta decisión por razones personales. Mis circunstancias y responsabilidades familiares, particularmente relacionadas con la educación de mis hijos, son las razones para abandonar el cargo antes de lo previsto", explicó el propio Rato en un comunicado oficial del organismo internacional, con sede en Washington.

Fuentes próximas al exvicepresidente económico de los gobiernos de Aznar aclararon enseguida que Rato "no tiene ninguna intención de volver a la política" en España.

El exvicepresidente económico es padre de tres hijos y, al menos, una o dos veces al mes los visitaba en España, cuando ellos no pasaban temporadas en Washington. Desde hace tiempo, el director del FMI venía dándole vueltas a la posibilidad de dejar el cargo, si bien decidió retrasarlo por el escándalo de corrupción del expresidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, que derivó en su posterior dimisión.

Dado que a principios de semana el Banco Mundial aprobó el nombramiento del sucesor de Wolfowitz, el estadounidense Robert Zoellick, este obstáculo ya no existía. "Profesionalmente no ha sido una decisión fácil", dice Rato en el comunicado oficial, en el que también afirma que quiere aprovechar estos meses que quedan hasta el final de su mandato para "impulsar" las reformas del organismo.

La dimisión de Rato se formalizará tras la reunión general del consejo de gobernadores del Fondo y del Banco Mundial el próximo octubre.

AL FRENTE DE UN BANCO Fuentes próximas a Rato explicaron que, tras su vuelta a España, el actual director gerente del FMI se dedicará a la actividad empresarial, como presidente de un banco de inversiones internacional. Los tres años que Rato ha pasado en Washington cubren el periodo de dos años de incompatibilidades que impone la ley española a los cargos públicos.

El mensaje de que Rato no regresa para volver a la política no sirvió para tranquilizar del todo a las filas del PP, donde siempre se ha entendido que el liderazgo del exvicepresidente económico podría imponerse, si él lo quisiera, al del actual presidente del PP, Mariano Rajoy.

Alrededor de las 17 horas de ayer, cuando la noticia del regreso de Rato corría a través de los mensajes SMS, los periodistas pudieron observar caras de preocupación en diputados del PP que participaban en el pleno del Congreso al tiempo que abrían sus móviles. El nerviosismo de algunos aumentó con comentarios como el del secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, quien consideró que Rodrigo Rato hubiese sido un buen presidente del Gobierno.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, fue informado ayer personalmente por el propio Rato de que iba a anunciar su abandono del cargo, una decisión que le había adelantado "hace tiempo", según fuentes populares. También el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, atendió la llamada de Rato, quien le expresó su agradecimiento por su trabajo.