El vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, volvió a reconocer ayer que el precio de la vivienda es un "problema serio" que, como única solución, requiere el apoyo de las administraciones locales para aumentar la oferta de pisos y suelo urbanizable. Rato también recordó que en España se construyen anualmente 550.000 viviendas. El portavoz socialista, Jesús Caldera, por su parte, afirmó que para el Partido Popular la vivienda es una "mercancía".