En pleno cruce de acusaciones de buenos y malos en torno al crédito, los datos exhiben su tozudez. Y en un sentido inesperado. El recorte de tipos del Banco Central Europeo (BCE), y su lenta traslación al euríbor, facilitó que la banca abriese ligeramente el grifo de la financiación a empresas y hogares en diciembre, todo lo contrario a lo ocurrido en el mismo mes del 2007, según los datos del Banco de España.

Las familias recibieron 5.648 millones para comprar viviendas en el último mes del 2008, el 16,5% más que en noviembre. El crédito al consumo, a pesar de las navidades, cayó el 4,6%, hasta los 2.702 millones, pero los préstamos para otros fines --como viajes o estudios-- repuntó el 17,7%, hasta los 4.663 millones.

La banca también abrió la mano a las empresas. Los créditos por cuantía inferior a un millón de euros, que reciben fundamentalmente los autónomos y pequeñas y medianas empresas (pymes), crecieron el 11,5%, hasta los 28.322 millones. Las grandes compañías, las únicas que todavía tienen abiertas de par en par las puertas de las oficinas bancarias, registraron un crecimiento mucho mayor, del 55,5%, hasta los 64.078 millones.

Las cifras dan un respiro a los bancos y cajas, ahora que arrecia la tormenta de críticas políticas y sociales. Pero el gran responsable de esta mejora es, en realidad, el BCE, que rebajó el precio oficial del dinero del 4,25% de octubre al 2% de enero.

CONFIANZA Una nueva crítica política la verbalizó ayer el líder del PP. Mariano Rajoy afirmó que lo peor que le puede suceder a una economía es la falta de confianza: "Como no hay confianza, los bancos no le prestan dinero a la gente, y la gente no invierte y no consume". Sumándose a las presiones del Gobierno, exigió a las entidades bancarias que otorguen créditos, y les recordó que las ayudas que están recibiendo para que se mantengan a flote no vienen del Gobierno, sino de los ciudadanos.