El Parlamento Europeo rechazó ayer definitivamente el controvertido proyecto de directiva para liberalizar los servicios de los puertos de la UE, que habría permitido a las tripulaciones descargar ellas mismas los buques sin recurrir a los estibadores. La derrota parlamentaria obligará al Ejecutivo comunitario a presentar un nuevo proyecto que tenga en cuenta las exigencias de los eurodiputados.

La propuesta de compromiso, obtenida en septiembre por el Consejo de Ministros de la UE y una delegación de la Eurocámara, fue rechazada ayer por 229 votos en contra, 209 a favor y 16 abstenciones. La propuesta sólo tenía apoyo del grupo popular y liberal.

Los partidos de izquierda expresaron su satisfacción por el resultado de la votación, que, en su opinión, evita que se ponga en peligro la seguridad marítima en los puertos y se degraden las condiciones de trabajo. Los grupos popular y liberal lamentaron la oportunidad perdida de mejorar la competitividad de los puertos.