El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Angel Fernández Ordóñez, anunció ayer la intención del Gobierno de "suavizar" los actuales incentivos fiscales de los planes de pensiones privados, de los que ya hay cinco millones de titulares. El secretario de Estado explicó ayer este objetivo en un seminario organizado por Winterthur y Nuevo Lunes.

Según explica Fernández Ordóñez, es una "irracionalidad económica" que el ahorro se dirija a un producto u otro según su fiscalidad, y no su rentabilidad. El objetivo es acabar con "el dirigismo" del Gobierno en las decisiones de los ciudadanos. "Lo que tenemos que hacer es avivar el ingenio para ver cómo podemos tocar otras teclas" que estimulen la previsión social complementaria en la negociación colectiva, dijo.

AYUDAR A RENTAS MAS BAJAS Además, hay razones de "justicia" en esa orientación. Según el secretario de Estado, el sistema de incentivos fiscales de los planes de pensiones beneficia, en mayor grado, a las rentas más altas. Situó los cambios en la reforma del IRPF que el Gobierno abordará en el 2005, para su aplicación en el 2006. En el futuro se irá "si no a la desaparición de forma radical", sí a la "suavización" de los incentivos, dijo.

En fechas atrás, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, ya había defendido la necesidad de desplazar al momento del rescate parte de los incentivos fiscales asignados a las aportaciones. El anuncio había llevado la intranquilidad a los gestores de planes de pensiones. Ayer, el responsable de planes de pensiones del patronal Inverco, Angel Martínez Aldama, recomendó "mantener la calma" ante lo que consideró "meras reflexiones". Martínez Aldama opinó que, en todo caso, no deberían producirse cambios importantes en el actual sistema fiscal que, según recordó, fue diseñado por un Gobierno socialista (en 1987) y es el modelo de casi toda Europa.

Representantes de los sindicatos UGT y CCOO, por su parte, exigieron al Gobierno que no plantee ningún recorte sobre los sistemas colectivos de pensiones fuera del diálogo social.

Según los datos de Hacienda, la aportación media anual de familias con una renta anual de hasta 12.000 euros fue de 789 euros en el año 2002. Las rentas superiores a 120.000 euros aportaron una media de 9.885 euros, casi el doble que en 1996. En el 2005, los incentivos a planes de pensiones tendrán un coste de 1.356 millones.

TOPE MAXIMO DE 8.000 EUROS Las aportaciones a planes de pensiones son deducibles en la base del IRPF (con un tope general de 8.000 euros, que crece a partir de 52 años, hasta un máximo de 24.000 euros para mayores de 65 años).

A cambio, no se dispone de las cantidades hasta la jubilación. En el momento del rescate, las cantidades tributan según el tipo marginal del contribuyente si el cobro es en un sólo pago (con una bonificación del 40%); o como rentas del trabajo, si se hace mes a mes.