El acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Japón que se firmará formalmente el próximo 11 de julio promete introducir cambios relevantes en la economía española. La supresión de buena parte de los aranceles comerciales beneficiará especialmente las exportaciones del sector de automoción japonés y las del sector agroalimentario español. CataluÑa, que concentra más de la mitad de esa actividad comercial española con Japón (el 53% del total) será la gran beneficiada de los cambios.

"No se ha firmado todavía, pero hay que estar preparados", recordaba el presidente del Círculo Empresarial Japón España, Jorge Lasheras, en un acto celebrado en la Patronal Foment en Barcelona la semana pasada para alertar de los futuros cambios en las relaciones comerciales con Japón. El texto está en la recta final de la negociación, en los últimos flecos antes de la entrada vigor efectiva el 1 de enero del 2019. Pero algunas empresas ya están preparando sus planes de desembarco en Japón o medidas ante el fortalecimiento de competencia nipona tras la firma del acuerdo preliminar en diciembre. El cónsul general de Japón en Barcelona, Naohito Watanabe, recordó que con el acuerdo los aranceles aplicados a los coches japoneses serán suprimidos: "Van a bajar los precios de los coches japoneses", advirtió.

LIBERALISMO VS PROTECCIONISMO

Pocas veces un acuerdo comercial ha despertado tantas expectativas y no es para menos. Será el mayor acuerdo de libre comercio jamás firmado, el 28% de PIB mundial bajo un paragüas de actividad económica amigable en plena tensión proteccionista desatada por EEUU. "El Economic Partnership Agreement (EPA) es un mensaje político de liberalismo en el comercio internacional que facilitará las cosas a las 70.000 empresas europeas que comercian actualmente con Japón y abrirá las puertas a otras", explica Lasheras. Y España está interesada en incrementar el peso de las relaciones bilaterales con Japón.

AHORRO PARA LOS EXPORTADORES

El acuerdo permitirá la eliminación de más del 90% de los aranceles en las exportaciones de la UE a Japón (hasta el 97% con la aplicación plena). El ahorro se calcula en unos 1.000 millones de euros anuales solo en derechos de aduana para los exportadores de la UE. Japón, como cuarto mercado de las exportaciones agrícolas de la UE conseguirá que el 85% de los productos agroalimentarios europeos entren en Japón libres de derechos. El arancel del 15% sobre el vino desaparecerá el primer día de aplicación del acuerdo, por ejemplo. En opinión de Manuel Raventós, presidente de las cavas Raventós i Blanc, «la rebaja arancelaria deberá servir para mantener los precios más que para bajarlos», pero reforzará la internacionalización. En el caso de esta empresa, las exportaciones se han multiplicado por cinco en los últimos cinco años. Con Japón, aspiran a doblar las exportaciones.

Juan Serrano, director general del grupo Balfegó, especializado en la venta de atún, reconoció que aunque el acuerdo facilitará los intercambios comerciales «el principal problema de la exportación a Japón seguirá siendo el fluctuante tipo de cambio».

BUEN MOMENTO PARA APOSTAR POR JAPÓN

Para Amadeo Jensana, director del departamento de Economía de Casa Asia, la implantación de un acuerdo esta envergadura «es un cambio de las reglas del juego». Jensana destaca que «es un buen momento para redoblar la apuesta por Japón». En su opinión, el establecimiento de relaciones comerciales con el mercado japonés ofrece una vía de negocio «a largo plazo», que obliga a «mejorar el concepto de calidad del producto». Firmas como Lladró, Torres o Codorníu están en Japón desde hace años.

COCHES JAPONESES MÁS BARATOS

Pero la letra pequeña del acuerdo tiene también elementos para la incertidumbre. Las importaciones japonesas a España aumentaron el 7,9% en el 2017 (3.928 millones de euros), mientras las exportaciones lo hicieron el 1,7% (2.446 millones). Se eliminan aranceles de entre el 15% y 30% para los quesos y vinos europeos, pero se cede a la libre importación de coches japoneses y productos electrónicos. La medida llega en unos momentos cruciales para el sector del automóvil europeo, en plena transición de del vehículo diésel al híbrido. Los coches japoneses se van a ver beneficiados de un plumazo de un recorte del 10% de los aranceles. En el sector de las motocicletas pasará lo mismo. Y un 10% sumado a las ofertas del 10% habituales en el sector promete cambios en el mercado relevantes. Los coches híbridos japoneses marcan líneas de desarrollo para el mercado, lo que impulsa a una renovación urgente de las líneas de producción de las marcas europeas. Marcas como Toyota y Nissan ya han anunciado que dejarán en breve de vender vehículos diésel en Europa.

Los híbridos y eléctricos japoneses tendrán las puertas abiertas del mercado europeo. Mientras EEUU prevé aplicar medidas proteccionistas ante los coches japoneses, Europa ha tomado un camino divergente que obligará a las marcas a reconstruir sus estrategias comerciales.