La mejor perspectiva que se tiene desde el fondo del precipicio es hacia arriba. Y si la economía española efectivamente ha tocado suelo solo puede mirar en una dirección. Con cierta profusión, los indicadores micro , entiéndase los registros de las empresas, empiezan a dar señales positivas, mientras que los macro parecen hacer pie en lo más profundo de la crisis. ¿Salimos o no? Es la cuestión. Y cuanto más lejos se mira más evidente se muestra la reacción, pero la realidad local, la economía española, topa con su propio lastre. La reestructuración del sistema financiero --su capitalización-- condiciona la salida, ya que sin el lubricante del crédito la actividad no se reactivará.

Las empresas temen que el riesgo de que las restricciones de crédito vayan a peor es muy elevado. Así lo constata la Cámara de Comercio de Barcelona, que sostiene que las crecientes pérdidas por morosidad y la caída del valor de los activos inmobiliarios obligan a las entidades a realizar excesivos esfuerzos para mantener su solvencia. "El sector debe recapitalizarse para que el crédito vuelva a fluir y eso supone un proceso de reestructuración.

Una realidad que para nada resulta extraña a las empresas españolas: "Tenemos demanda y proyectos de inversión, pero no tenemos financiación". Lo explica Joan Tristany, director general de la asociación catalana de exportadores. Los empresarios coinciden en que salir fuera anima. Y si no, que le pregunten a Xavier Torra, consejero delegado de Simón, compañía de componentes eléctricos que tiene instalaciones en China, entre otros países: "Hay un buen ambiente en aquel mercado", dice. Hubo algo de freno al final del pasado ejercicio, pero la actividad rebrota. "No tiene nada que ver con la situación de España".

Pero también en España hay sectores en los que las buenas expectativas parecen confirmarse. "Aunque llevamos acumulado un descenso del 10%, en abril se registró un incremento de las ventas del 0,5%", dice Sergi Pastor, consejero delegado de la juguetera Tecnitoys.

Las fábricas de coches y de componentes recuperan parte de la normalidad gracias a los pedidos imprevistos procedentes de otros países de Europa con planes Prever en marcha. Sin embargo, el presidente de Renault España, Jean-Pierre Laurent, advierte de que "esta crisis es más profunda que la de 1993, ya que la recuperación de las ventas que entonces fue de dos años, durará esta vez cinco años". El presidente de la Asociación de Grandes ETT (AGETT), Francisco Aranda, prevé que el incremento del desempleo toque suelo en verano con un alza del paro del 7,5% en lugar del 18% de meses anteriores. "Para asegurar si hay un cambio de tendencia, habrá que esperar hasta después del verano", dice.

El comercio lleva desde agosto del 2008 registrando bajada de ventas, pero estas ya no caen más, aunque los expertos tampoco ven una recuperación inmediata del consumo. "El 25% de la población que está afectada por la crisis ha concienciado al otro 75% de que no gaste", señala el profesor del IESE Jaume Llopis. El turismo sufrirá sobre todo por la menor llegada de visitantes de países como Reino Unido o Alemania. Los españoles seguirán viajando, aunque menos días y gastando menos.