El Consejo de Ministros ha aprobado la reforma fiscal con la que el Gobierno asegura que mejorará la fiscalidad de las rentas de trabajo medias y bajas. La medida permitirá que el 60% de los contribuyentes se beneficien de una reducción impositiva del 17%

El Ejecutivo considera que la reforma fiscal asegura un tratamiento más equitativo para todos los contribuyentes, ya que entre las medidas previstas se encuentra el incremento de la cuantía en función de las circunstancias personales y familiares.

La rebaja de impuestos para el 60% de los contribuyentes será del 17%, el tipo marginal se establecerá en el 43% al bajar dos puntos, y la tarifa se organizará en torno a cuatro tramos.

los instrumentos de ahorro tributarán a un tipo único del 18%, y los productos ligados a la dependencia tendrán, por vez primera, el mismo tratamiento fiscal que los planes de pensiones.

Además, el Impuesto de Sociedades bajará gradualmente cinco puntos entre el 2007 y el 2011, tanto en el tipo general --que pasará del 35% al 30%-- como en el tipo de las pymes --que pasará del 30% al 25%--.

Por su parte, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ha informado de que la reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) supondrá una pérdida de ingresos para el Estado de más de 2.000 millones de euros.

Solbes ha facilitado estos datos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde ha añadido que si se reduce el Impuesto de Sociedades en cinco puntos, tal y como prevé la reforma fiscal, pero se mantienen las actuales deducciones, se dejaría de ingresar unos 4.000 mil millones de euros, cifra que reduciría a la mitad si se rebajan esas desgravaciones.

También ha destacado que en el Impuesto de Sociedades lo que se pretende es suprimir todas las deducciones a medio o largo plazo, aunque ha expresado su deseo de "seguir apoyando esas políticas".

El vicepresidente ha señalado entre los objetivos de la reforma fiscal aumentar la equidad, simplificar los impuestos y no incrementar la presión fiscal durante el ciclo económico.

A su juicio, con estas modificaciones fiscales también se asegura la suficiencia financiera de todas las administraciones públicas, se impulsa el crecimiento económico y se estimula la productividad.

En su opinión, el nuevo IRPF mejora el tratamiento del ahorro de las rentas medias y bajas, favorece la actividad empresarial y la creación de empresas e introduce mayor eficiencia en la utilización de los recursos medioambientales.

Solbes ha confirmado que la reforma del IRPF se aprobará este año y entrará en vigor en el 2007, mientras que el Impuesto sobre Sociedades, que también se aprobará este año, tendrá su aplicación progresiva en el periodo 2007-2011.