Unos "problemas de agenda", sin especificar de quién, provocaron ayer la suspensión de la reunión que los expertos del Gobierno, CCOO, UGT y CEOE iban a celebrar en la sede del Ministerio de Trabajo, como viene siendo habitual todos los lunes desde hace dos meses, para continuar la negociación de la reforma laboral. Este parón avivó la certeza de que el acuerdo sobre el mercado de trabajo será raquítico y que el Gobierno tendrá que presentar iniciativas para frenar la destrucción de empleo.

Los encuentros que lunes y jueves mantienen los interlocutores sociales y el Gobierno en la sede del Ministerio de Trabajo se reanudarán esta semana, según los asistentes. El paréntesis de ayer impidió conocer la contraoferta empresarial al texto presentado por el Ejecutivo el pasado día 12, pero se mantuvo el tira y afloja, sobre todo, en los que se refiere a los nuevos contratos.

DERECHOS Hoy Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez presentarán las principales demandas ante la fiesta del Primero de Mayo, que este año recibirá más atención que otros por el momento de la negociación y la desconfianza ante una salida de la crisis. "Cualquier cambio en el mercado de trabajo", dice el manifiesto de CCOO y UGT, "debe orientarse a la recuperación de la actividad económica y del empleo y en ningún caso al recorte de derechos de los trabajadores, como abaratar el despido o retrasar la jubilación".

La aceptación por parte sindical de un único contrato fijo de fomento del empleo con despido de 33 días (frente a los 45 actuales) debería tener contraprestaciones por parte de los empresarios como, por ejemplo, renunciar a la rebaja de cotizaciones a la Seguridad Social. Sería un "punto de entendimiento" entre los agentes sociales, según el líder de UGT. Sin embargo, la CEOE no renuncia a su demanda. Y el Gobierno tiene las manos atadas por su política de restricción presupuestaria.