Los efectos de la reforma laboral, en vigor desde el 1 de julio, han comenzado a notarse de manera incuestionable y arrojan mejores resultados, incluso, de los previstos por el Gobierno. Los empresarios han aprovechado el sistema de bonificaciones y durante estos dos primeros meses de la reforma han convertido 124.259 contratos temporales en fijos, lo que significa un 198% más que en el mismo periodo del 2005.

Aunque los datos del Inem incluyen mucha casuística contractual, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, fue capaz de explicar que en julio y agosto se celebraron un total de 253.637 contratos indefinidos, un 55% más que el año pasado.

De ellos, 157.448 se han beneficiado de alguna de las ayudas previstas en la reforma laboral. Esta cifra supone un incremento del 128,3% respecto a los mismos meses del 2005. Además, se concertaron otros 90.350 contratos indefinidos que no tenían derecho a bonificación.

Si bien ha sido importante el efecto de estas subvenciones para la contratación directa de mujeres, jóvenes, discapacitados y otros colectivos en situaciones especiales de empleo, el impacto de la reforma se ha notado especialmente en la avalancha de conversiones de trabajadores con contratos temporales a fijos.

PLAN DE CHOQUE El 79% de los contratos indefinidos que han sido bonificados en estos dos meses (124.259) fueron por conversiones. Los empresarios no han esperado mucho tiempo para acogerse al plan de choque previsto por el real decreto de reforma laboral para lograr el mayor número de trasvases de empleos temporales a fijos.

Caldera recordó a los empresarios la existencia de este plan extraordinario, que contempla ayudas de 800 euros por conversión durante tres años y finaliza el 31 de diciembre, y les animó a seguir con el proceso. El ministro se mostró convencido de que se lograrán 500.000 conversiones a final de año y añadió que, sumados el resto de contratos estables, habrá 800.000 nuevos trabajadores con contrato estable.

Para alcanzar esta meta, el Ministerio de Trabajo --en colaboración con patronales y sindicatos-- ha diseñado una campaña de publicidad que intentará explicar a los empresarios las ventajas de la reforma laboral. El mensaje central será que un contrato fijo es mejor que uno precario, para el trabajador, para el empleador y para la economía.

El objetivo de la reforma es reducir la tasa de temporalidad y, por tanto, aumentar el empleo de calidad. El ministro reconoció que "es una batalla a largo plazo porque existe un problema cultural" en el empresariado. No obstante, vaticinó que 11 contratos de cada 100 que se firmen este año serán indefinidos.