La Comisión Europea propuso ayer a la UE una reforma radical del sector agrario del azúcar, con una reducción del 37% del precio mínimo que reciben los cultivadores de remolacha y una reducción del 16% de la cuota de producción de azúcar de la UE. La reforma incluye recortes del 83% de las exportaciones subvencionadas.

El comisario de Agricultura, Franz Fischler, impulsor de la reforma, reconoció que podría haber cierres de fábricas, pero insistió que sin la reforma desaparecerán en 10 años el 75% de los 20.000 puestos de trabajo de las azucareras.

Unos 1.000 agricultores españoles protestaron ayer ante la sede de la Comisión Europea porque consideran que la reforma beneficia a Francia y Alemania.