Repsol YPF se reorientará hacia las actividades de exploración y producción de gas y de petróleo con el objetivo de ganar dimensión, incrementar las reservas y aportar valor a toda la cadena del negocio. Ese es uno de los elementos esenciales del plan estratégico 2005-2009, presentado ayer ante la junta de accionistas por el presidente, Antoni Brufau, quien aseguró tajante que "Repsol no va fusionarse con nadie", ante los rumores existentes sobre posibles concentraciones en el sector energético.

El grupo invertirá 21.000 millones de euros (349.106 millones de pesetas) entre este año y el 2009. Más de la mitad de los fondos, el 54%, se destinarán a las actividades de exploración y producción, concentradas en las cuencas del norte de Africa, el Caribe y Oriente Próximo, EEUU y Africa Occidental, con más de 160 nuevos pozos, según Brufau, que ayer participó en su primera junta de accionistas desde que accedió al cargo de presidente de Repsol, en octubre del 2004.

El plan estratégico, basado en el crecimiento de la rentabilidad y la transformación de la cartera de activos, debe permitir garantizar un crecimiento sostenido del dividendo para el accionariado, que subirá en el 2005 un 20% y en torno al 15% hasta el 2009.

VENTAS La petrolera, que el año pasado auditó y redujo las reservas, venderá activos "no estratégicos" por valor de unos 1.500 millones de euros, según prevé el plan estratégico. Brufau explicó que "la totalidad de la empresa está bajo examen y cualquier inversión que no resulte rentable o estratégica podrá ser abandonada, incluida la presencia en Gas Natural". Repsol controla actualmente en torno al 30% del capital de la gasística, con la que mantiene una estrecha alianza mundial.

El plan estratégico también prevé reducir costes en unos 1.200 millones de euros, pero sin recortes de plantilla. El ajuste se llevará a cabo mediante "el traspaso de las funciones de las áreas corporativas a los negocios en un 25%", lo que significa dedicar personal de la sede central a otras tareas. También se simplificará la gestión, se optimizará la logística y se aplicará una mayor eficiencia energética.

El objetivo de la petrolera es incrementar la producción en un 13,6%, hasta alcanzar los 1,31 millones de barriles al día en el 2009. Esta división de la compañía, frenada tras la crisis de Argentina en los últimos tres años, será el motor de crecimiento de la empresa, explicó Brufau, que comenzó su intervención ante los accionistas con palabras de agradecimiento a su predecesor, Alfonso Cortina. Las inversiones en esta actividad se concentrarán en zonas distintas a Argentina, Brasil y Bolivia, con el objetivo de reducir la dependencia de Latinoamérica. Repsol también profundizará en la exploración de gas, en especial en los proyectos integrados de Gassi Touil (Argelia), Persian LNG (Irán) y el Caribe, en colaboración con Gas Natural.

Brufau aseguró que la compañía primará la disciplina financiera y el recorte del endeudamiento. En este sentido, prevé reducir la deuda neta de los 5.000 millones de euros actuales a 3.000 millones en cuatro años.

NO HABRA FUSION El presidente de Repsol descartó participar en posibles concentraciones en el sector energético español. Una integración con una eléctrica haría que la firma "dejara de ser una petrolera" y la base de Repsol son "los negocios no regulados", precisó Brufau. Sólo aceptó la posibilidad de alianzas. Los objetivos de Repsol pasan por la adquisición en el área de producción y exploración, o grandes alianzas con petroleras públicas, como la de Venezuela.