El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, dijo ayer que es "muy probable" que la recesión haya acabado ya en EEUU, aunque alertó de que el repunte será lento y que el desempleo seguirá alto durante cierto tiempo: "Desde el punto de vista técnico, es muy probable que la recesión haya terminado". En el segundo trimestre la economía estadounidense se contrajo un 1% y para el tercero los expertos vaticinan un crecimiento en torno al 3,5%. Eso colocaría a EEUU en el club de países avanzados que han salido del agujero, junto con Alemania y Francia, que ya registraron un crecimiento económico en el segundo trimestre.

Pero no es el momento aún para echar las campanas al vuelo, a juicio de Bernanke, que avisó a los estadounidenses de que "sentirán que la economía está muy débil por algún tiempo", en especial en el mercado laboral. La actividad no se acelerará muy por encima del potencial de crecimiento a largo plazo de las economías, por lo que el desempleo caerá con bastante lentitud, en su opinión.

Sus comentarios coincidieron con el anuncio de que las ventas al por menor subieron un 2,7% en agosto, siete décimas más de lo previsto, gracias a un programa oficial para incentivar la compra de automóviles. Ese indicador es importante en EEUU porque el 70% de su PIB depende del consumo.

El relativo optimismo de Bernanke y el buen mes para los comercios en agosto hizo caer la cotización del euro frente al dólar, y extendió los rumores en el mercado de Fráncfort sobre una futura subida de los tipos de interés por parte de la Fed. Pero Bernanke no dejó entrever cambios en ese sentido.