La crisis también ha impactado en las cuentas de la Seguridad Social. Aunque conserva el superávit, ha visto cómo dejaban de cotizar y se jubilaban anticipadamente un total de 112.427 trabajadores en el 2009, lo que supone un aumento del 17% desde el inicio de la recesión en el 2007. Sin embargo, ese repunte coyuntural, en el que se incluyen prejubilaciones y abandonos forzosos del mercado laboral de parados de larga duración, no ha podido con la tendencia de fondo del sistema de pensiones de un fuerte incremento de las jubilaciones cuando tocan, es decir, a los 65 años.

Al inicio de la crisis, en el 2007, se jubilaron entre los 60 y los 64 años 96.040 personas, algo menos que en el 2006. Pero en el 2008 y el 2009 se incrementaron las altas prematuras de jubilación hasta las 112.427 del ejercicio pasado. El 2010 va camino de igualar el 2009 al registrar 68.042 jubilaciones de enero a julio, según la Seguridad Social.

Cuando un trabajador se jubila antes de los 65 años, tiene que asumir un recorte de su pensión, que puede llegar a una horquilla máxima del 24% al 32% en función de los años cotizados.

LA EDAD LEGAL Desde el 2004, las jubilaciones con 65 años o más son mayoría y, aunque el porcentaje sufre oscilaciones, este año se ha llegado a un récord de casi el 60% de las altas del ejercicio. Frente al crecimiento del 17% de las jubilaciones anticipadas, los empleados que han dejado de trabajar a los 65 años se han incrementado el 34% desde el 2007.

Esta diferencia de velocidad explica el acercamiento de la edad efectiva de jubilación, situada ahora en 63,8 años, hacia la edad legal de 65 años. En este terreno, España obtiene una de las mejores notas en comparación con sus vecinos europeos. En otros países, el mayor peso de las prejubilaciones elevan la distancia entre la edad efectiva en que se retiran los empleados y la edad ordinaria fijada por ley.

Algunos acuerdos de prejubilaciones firmados recientemente pueden aumentar la cifra de jubilados prematuros en España. Sin embargo, la Seguridad Social advierte de que los pactos en las cajas de ahorros "no afectarán a las cuentas del Seguro". Esos acuerdos prevén que la empresa siga cotizando por el trabajador hasta los 65. En cambio, sí generan un gasto a las arcas públicas porque incluyen el cobro del desempleo durante dos años.

En las últimas semanas, otras empresas como Comesa (filial de Iveco) y un buen número de farmacéuticas han incluido prejubilaciones en sus acuerdos de reestructuración.