Las bolsas europeas protagonizaron ayer una sesión de carácter bajista de principio a fin, en la que el sector financiero acabó por llevarse la peor parte, una caída del 2%, superior a la de los principales selectivos del Viejo Continente, que retrocedieron entre el 1% y el 1,6%. En el Ibex 35 todo fue mucho más duro, con un descenso del 1,95%, que deja el principal referente español en los 11.254 puntos y a las puertas de perder un soporte vital.

El sector bancario sirvió en bandeja de plata la cabeza de los selectivos europeos. Primero, con la macroampliación de capital por importe de 23.200 millones de euros que anunció el banco británico Lloyd´s, y luego por los malos resultados hechos públicos por el banco suizo UBS. El mercado se tomó bien lo del primero --que subió el 3%--, sin embargo, castigó a la entidad bancaria helvética con retrocesos del 5%.

Lo del Ibex fue mucho más serio porque el indicador está jugando actualmente con fuego. El soporte de los 11.200 puntos resulta fundamental, y en el caso de perderlo, se temen caídas adicionales que pueden llegar hasta el 12%. Los gráficos son importantes porque, en el fondo, son el rastro más tangible del dinero, ese que ayer escaseó y dejó paso al papel en los parquets españoles.

Al selectivo español le perjudicó sobre todo que Santander, BBVA, Popular y Bankinter fueran las cabezas de turco de la jornada, con cesiones que oscilaron entre el 2% y el 3%. Sabadell y Banesto tampoco resultaron muy bien parados. Aunque sin duda el peor de todos fue Endesa, que retrocedió el -4,68% después de presentar unos resultados en el tercer trimestre inferiores a la expectativa. Por arriba, sin embargo, Inditex, Indra, Iberia, Acerinox y Enagás subieron entre el 1% y el 2%.

El problema con el que se encontró el Ibex fue que el mejor de los grandes valores, Iberdrola, perdió algo más del 1%. Sin el apoyo de los blue chips , el índice se derritió a las primeras de cambio.