La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair reclamó ayer el fin del monopolio aeroportuario en el Reino Unido, y sobre todo en Londres, donde el 92% de los viajeros se ven obligados a utilizar infraestructuras controladas por BAA. Según Ryanair, esto perjudica a clientes y aerolíneas porque supone un sobrecoste.

El director general de Ryanair, Michael O´Leary, destacó ayer que la Office of Fair Trading (OFT), el tribunal de defensa de la competencia británico, anunció que estudia investigar el monopolio de BAA. La OFT apuntó que una posible solución pasaría por la venta de activos por parte de BAA.

Entre las desinversiones posibles se incluye el aeropuerto de Stansted (Londres), al que aspira Ryanair. En este caso, los intereses de la aerolínea y los de Ferrovial, si se hace con el 100% de BAA, coincidirían.