La aerolínea de bajo coste Ryanair vuelve a sembrar la polémica. Los pilotos de la compañía han denunciado que la empresa ha activado una política de reducción de costes que pone en peligro la seguridad de sus pasajeros. Según informó ayer The Sunday Times, la compañía raciona las reservas de combustible de los aviones para reducir los costes por la subida del precio de los carburantes.

El diario británico asegura haber accedido a un memorando interno que la firma envió el pasado mayo a los pilotos. En él se recorta el derecho discrecional del comandante del avión a requerir carburante adicional. De este modo, Ryanair estaría violando la normativa europea, que obliga a todos los aviones a transportar una carga adicional equivalente al 5% del combustible que demanda un vuelo para afrontar situaciones imprevistas. Los pilotos de la low cost británica, sin embargo, tienen un límite de carburante adicional de 300 kilos, y cualquier requerimiento debe ser "la excepción" y no la regla, según el citado memorando.

RESPUESTA DEL GREMIO. Varios pilotos han respondido con quejas anónimas a través del portal web de la Asociación de Pilotos Europeos de Ryanair. Evan Cullen, presidente de la Asociación de Pilotos de Aerolíneas Irlandesas, afirma que, a sus colegas, "se les mete miedo para que usen menos carburante, lo que reduce los márgenes de seguridad. Aguantar la presión depende del piloto, pero no es fácil".

Un portavoz de la aerolínea rechazó las quejas aunque admitió que solo se les permite carburante adicional en "casos excepcionales".