Sacyr-Vallehermoso decidió ayer renunciar al asalto al BBVA a la vista de las "interferencias políticas". El consejo de administración de la constructora decidió ayer "por unanimidad" cancelar los "instrumentos de cobertura" contratados para adquirir "una participación significativa" en el banco (3,1%) que preside Francisco González.

En una comunicación oficial a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sacyr reconoce por primera vez que tiene el 0,47% de las acciones del banco, una inversión financiera que va a "liquidar" y que se une al 3,1% que tenía apalabrado mediante Société Générale.

ACCIONES DE LA ENTIDAD Fuentes de la constructora cifraban ayer las plusvalías que obtendrán por la venta de acciones en unos 150 millones de euros. El 0,47% que Sacyr ya posee del BBVA es una inversión próxima a los 16 millones de euros, de la que también sacará plusvalías.

Lo mismo sucederá con los empresarios Juan Abelló y Demetrio Carceller, consejeros de Sacyr, que tenían también comprometido con Société Générale un 0,5% del capital social del banco.

Sobre las razones que han llevado a la empresa a tomar esta decisión, fuentes de la dirección esgrimieron: "Ha habido demasiadas interferencias políticas". Otros medios admiten que empresarios como Abelló y Carceller estaban algo nerviosos y cansados, ante las presiones "y la soledad política" con la que al final se encontraron.

El consejo de ayer resolvió la polémica antes de la junta de accionistas del BBVA (el día 26, en Bilbao). Varios consejeros de Sacyr pidieron a su presidente, Luis del Rivero, que organizara una retirada ordenada, dejara claro el dinero que iban a ganar y buscara una fórmula para primar a los accionistas de la constructora. Aún no se sabe cuándo decidirá Société Générale desprenderse del 3,6% del BBVA que posee, o si venderá a medio plazo.

Aunque Del Rivero mantuvo hasta la semana pasada que la operación seguía, el mismo constructor reconocía ya entonces que era difícil llegar al 5% del capital del banco.

En el BBVA declinaron comentar la decisión de Sacyr y se remitieron a lo dicho anteriormente, en lo que considera a la constructora "no idónea" para sentarse en el consejo de administración y, aún menos, para participar en la gestión. Desde hace más de un mes, el banco ha organizado hasta el más mínimo detalle de la junta. Los trabajadores ya manifestaron su posición en contra de la entrada de Sacyr.

Desde el 29 de noviembre, cuando se conoció el deseo de Sacyr de entrar en el BBVA, la política estuvo presente. Sacyr se sentía avalada por el consejero del Presidente, Miguel Sebastián. Y creía que contaba con el respaldo de Aznar, o de Rajoy. En el BBVA esperaban la neutralidad del vicepresidente económico y el mismo Francisco González llamó a Rajoy, para tener claro de qué lado estaba.