España solicitará formalmente la entrada en el G-20 aunque no hay fecha oficial para ello, según anunció ayer en Washington la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado. El anuncio se produce después de que Salgado no participase en una reunión de los titulares de Economía del G-20 que se celebró el viernes en Washington y tras unas declaraciones del ministro de Economía de Brasil, Guido Mantega, en las que dijo que no se puede seguir con la práctica de añadir a países que no forman parte del grupo.

El G-20 se fundó en 1999 y está formado por los países del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón), la Unión Europea y un colectivo de países emergentes (Suráfrica, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, la India, Indonesia, México, Rusia y Turquía). Desde la cumbre celebrada el pasado mes de noviembre en Washington (que tuvo su continuación en la de este mes en Londres) el G-20 se ha convertido en el foro que trata cómo salir de la crisis económica y qué nuevo marco legal construir. A ambas reuniones al máximo nivel fueron invitadas España y Holanda.

FORMATO REDUCIDO Pero ninguno de estos dos países pertenece al G-20, así que no asistieron a la habitual reunión que los ministros de Economía del organismo celebran cada seis meses como previa a las cumbre bianuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Según explicó Salgado, el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, justificó que España no hubiera sido invitada por el hecho de que fue un G-20 "en un formato limitado". La vicepresidenta solicitó la presencia del presidente Zapatero, en la próxima cumbre que se celebrará en Nueva York en septiembre. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó que España cuenta con el apoyo del presidente brasileño, Lula, para acudir a la cita de Nueva York.

Al margen de las gestiones para afianzar la presencia de España en el G-20, Salgado aprovechó la cumbre de Washington --su puesta de largo internacional-- para reunirse con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Khan, y mantener otros contactos bilaterales. Salgado se ha comprometido a aumentar la aportación española al FMI en 5.400 millones de dólares (unos 4.000 millones de euros).

Salgado restó importancia a las diferentes previsiones de crecimiento de la economía española que tienen el Gobierno y el FMI (las del organismo son más negativas) pero admitió que revisará a la baja sus previsiones.