La vicepresidenta económica, Elena Salgado, y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, dejaron ayer claro que la bajada de cinco puntos en las cotizaciones de la Seguridad Social que plantea la patronal CEOE y el abaratamiento del despido son "líneas rojas", imposibles de rebasar en el proceso de dialogo social. Los dos representantes del Gobierno quisieron ayer poner límites a las propuestas que la CEOE puso el jueves encima de la mesa del diálogo social y que causaron tal desencuentro con Gobierno y sindicatos que ayer hubo que suspender, hasta el jueves, un encuentro que se debía haber celebrado en la Moncloa.

En Bruselas, Salgado indicó que el Gobierno continuará impulsando un acuerdo social entre patronal y sindicatos, pero sin intervenir directamente en esas negociaciones. El Gobierno "seguirá poniendo los medios para que pueda firmarse un gran acuerdo y seguirá trabajando y ayudando a limar posiciones diferentes", explicó Salgado). Por su parte, el ministro Corbacho dijo que la CEOE "debe retirar de la mesa de negociación" su propuesta de rebaja de cuotas, porque "provocaría un déficit muy importante" de la Seguridad Social, así como las "medidas para abaratar el despido".

INTENCION DE ACUERDO El secretario general de la CEOE, José María Lacasa, dijo que los empresarios quieren un acuerdo, pero "no a cualquier precio". El secretario general de UGT, Cándido Méndez, pidió a la CEOE que regrese al "espíritu del 20 de mayo", fecha en la que los líderes sociales trataron sobre el perímetro de la negociación.