La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, reprochó ayer al FMI el excesivo pesimismo que manifiesta con sus previsiones para la economía española. Y atribuyó al desconocimiento de los últimos datos del sector exterior y de la vivienda los pronósticos que ensombrecen las expectativas económicas. La ministra, que asiste a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), mantuvo el pronóstico de un déficit fiscal del 9,5% del PIB para este año, pese a que el Fondo avanzó el sábado que se acercaría al 12,3%. El Gobierno calcula que el déficit del 9,5% se compondrá de un 8,1% de déficit del Estado y el resto de los gobiernos autonómicos. "El déficit del Estado se va a cumplir y espero que la previsión de las comunidades autónomas también", manifestó la vicepresidenta.

Para el 2010, el organismo internacional avanzó unos números rojos algo menores que este año, aunque no cuenta con una cifra actualizada. Reconoció que no ha contabilizado el efecto de la subida de impuestos anunciada por el Gobierno. La subida del IVA y otras tasas debería permitir, según Salgado, que el déficit del Estado baje hasta el 5,4% del PIB el 2010 (8,1% con el de las comunidades). Esa previsión, insistió Salgado, "se va a cumplir".

En cambio, la vicepresidenta no puso en duda los pronósticos del organismo a medio plazo. "El Fondo dice que recuperaremos los niveles del 2008 en el 2014, por cierto igual que Alemania", indicó. "Creemos que hay una incertidumbre importante. (...) No vamos a cuestionar las previsiones del FMI para el 2014". El país volverá a crecer solo un 2% ese año, prevé el Fondo.

MODERACION En todo caso, la economía española modera su caída: "Está tocando fondo", aunque aún se espera que se contraiga hasta finales de año, pero a un ritmo menor que en trimestres anteriores. "El año que viene comenzará a tener crecimientos positivos ya en el primer semestre. Los datos van confirmando nuestras previsiones", manifestó la ministra. Pese a ello, las previsiones del Ejecutivo son que la media del 2010 sea negativa, con una contracción del 0,3%, cuatro décimas menos que lo augurado por el Fondo.

Salgado presentó los nuevos presupuestos del Gobierno en reuniones con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, y otros funcionarios de la entidad. En esos encuentros justificó las cifras más optimistas del Gobierno basándose en una industria exportadora que no ha perdido cuota de mercado y un sector inmobiliario en el que ya ha ocurrido "una parte importante del ajuste". Y aludió a la reforma laboral que reclama el FMI para señalar que sindicatos y empresarios sopesan cambios en la negociación colectiva.