Samsung Electronics Iberia, la filial española de la multinacional coreana, ha puesto en marcha un plan para doblar la productividad y reducir sus costes a la mitad para poder competir con las factorías que el grupo tiene en Europa del Este, concretamente en Hungría y Eslovaquia. Alexandre Blasi, vicepresidente en España, reconoció que la factoría española, que tradicionalmente se ha mantenido a la cabeza de la productividad en Europa, ahora está por debajo de otros enclaves, en concreto de la planta húngara.

Según Blasi, la mejora de la productividad se va hacer sin recortar la plantilla, que es de 936 personas. Samsung se propone subir un 25% la producción para pasar de 800 millones de euros (133.109 millones de pesetas) a 1.000 millones. La reducción de costes pasa por aprovechar mejor las infraestructuras, traer menos componentes de Corea y exteriorizar mayor parte de la actividad de la empresa.