La familia Sanahuja, propietaria de la constructora Sacresa y primer accionista de Metrovacesa, cambió ayer su discurso y se mostró dispuesta a trabajar con todos los accionistas de la inmobiliaria.

En la última jornada hábil para que los accionistas pudieran acudir a las opa presentada por el grupo catalán y a la contraopa del presidente de la inmobiliaria, Joaquín Rivero, y el empresario valenciano Juan Bautista Soler, los directivos de Sacresa apostaron por el diálogo, al margen del resultado de las opas.

Al cierre de esta edición, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no había hecho público el resultado de las dos operaciones, que tenían hasta la medianoche de ayer para aceptar peticiones. Hasta el martes por la noche, la oferta de Rivero sobre el 26% del capital y a 80 euros por acción, iba claramente por delante de la de Sacresa, a 78,10 euros y sobre el 20% del capital. La acción de Metrovacesa cerró ayer con una caída del 0,64%.