Ni la crisis internacional puede con Emilio Botín. Una vez más, y pese a la profunda desaceleración de la economía española y mundial, el presidente del Santander aprovechó ayer su junta de accionistas para anunciar que la entidad volverá a batir este año un nuevo récord de beneficios. El banco aspira a ganar más de 10.000 millones de euros, lo que supondrá un aumento de al menos el 10,3% más respecto a los 9.060 millones del 2007.

Se trata de un avance muy significativo, pues se produce en un momento en que muchos grandes bancos internacionales anuncian pérdidas millonarias y en que la mayoría de las entidades financieras españolas esperan un crecimiento de las ganancias de un solo dígito bajo.

Además, el negocio recurrente del grupo --sin resultados extraordinarios-- aportará "prácticamente" todas las ganancias, frente a los 8.111 millones del año pasado. Ya en el primer trimestre el Santander ganó 2.206 millones, un 22,4% más, y el mayor beneficio de la banca mundial en el periodo.

DOS AÑOS MALOS El primer financiero del país se mostró optimista sobre la desaceleración de España. La economía, reconoció, ha evolucionado "de forma peor de lo esperado" y se encuentra sumida en un "profundo ajuste" pero, a su juicio, el bache no resultará largo, de unos dos años. La crisis, auguró, será como el "catarro de un niño, que llega de golpe y con fiebre muy alta, pero que luego pasa rápido".

Botín resaltó el buen estado de las cuentas públicas, la mayor flexibilidad del sistema productivo, el dinamismo y la diversificación de las empresas, y la solvencia de las entidades financieras como las principales fortalezas de la economía. La morosidad, dijo, va a aumentar, pero está por debajo de la media europea y cubierta por las provisiones.

Con todo, y en línea con los llamamientos del Banco de España, reclamó profundizar en medidas para impulsar la productividad y la competitividad.

Tampoco hay que preocuparse demasiado por la situación financiera internacional, pues, a su entender, ya comienza a dar "síntomas de mejoría". La falta de liquidez ha provocado caídas bruscas en el crecimiento mundial, pero los mercados de deuda pública y los diferenciales de riesgo han dejado atrás "lo peor" y es previsible su gradual restablecimiento. No obstante, advirtió de que todavía pueden quedar por aflorar unos 600.000 millones de dólares en pérdidas a causa de las subprime.

SACAR PECHO El Grupo Santander afronta la crisis con fortaleza. El banco, recordó, es el séptimo del mundo en valor bursátil, una capitalización que supera a la de los otros cuatro grandes bancos españoles juntos. El beneficio por acción crecerá el 15% este año, y su ratio de eficiencia es el menor entre los grandes bancos mundiales (41,5%). Además, el 85% de sus ingresos proceden de la banca comercial, lo que le otorga una "sólida base para continuar creciendo".

Por esa razón, entre otras, el banco no necesita comprar para crecer, pero apuntó que, "naturalmente", estará atento a las oportunidades. Evitó confirmar si está interesado en comprar Dresdner Bank --Lloyd´s presentó ayer una oferta--, pero lanzó un mensaje a sus dos posibles competidores: el Santander vale en bolsa más que los dos primeros bancos alemanes juntos. El ejecutivo defendió la inversión en el estadounidense Sovereign.