El Grupo Santander cerró el primer semestre del año con el reto de consolidar su posición en el Reino Unido, tras la adquisición del Alliance & Leicester (A&L). El primer banco español y europeo presentó ayer un beneficio neto de 4.730 millones de euros, una cifra un 6% superior a la del mismo periodo del 2007 y que supera con holgura las previsiones de los analistas.

Tras presentar estos resultados, que hubieran crecido el 22% sin tener en cuenta las plusvalías, el consejero delegado del banco, Alfredo Sáenz, dijo que el Reino Unido es todavía un "mercado de oportunidad" en el que tienen sinergias importantes.

Si además prospera la compra del A&L, la cuota de mercado que tendrá el primer banco español en Gran Bretaña (13%) será muy cómoda, aunque Sáenz se mostró cauteloso al señalar que el banco no quiere "vender la piel del oso antes de cazarlo".

El Santander parece haber limitado el interés por el mercado británico. De hecho, Sáenz rechazó cualquier interés por el banco Halifax Bank of Scotland (HBOS) y aseguró que en el Reino Unido "estamos donde queremos", para añadir que con la integración de A&L tendrán trabajo durante dos años.

MAS INGRESOS Durante la mitad del 2008, el grupo logró aumentar sus resultados gracias, principalmente, a que los ingresos crecieron el 16%, más del triple que los costes, lo que determinó un incremento del 25,6% del margen de explotación.

En cualquier caso, la entidad reconoció que la crisis financiera y la desaceleración de algunas economías han implicado un menor crecimiento de la actividad y un incremento de la morosidad, que se situó en el 1,34%, frente al 0,83% de un año antes, lo que se ha traducido en mayores necesidades de provisiones, que crecen el 65%, hasta los 2.475 millones de euros. Sáenz auguró que la tasa de morosidad de la entidad se situará por debajo del 1,5%