A Santiago Niño Becerra, catedrático de estructura económica y autor del libro El crash del 2010 (Ed. Los libros del lince), unos lo ven como apocalíptico y otros como profeta. Ya avisó hace tres años de la crisis, aunque, advierte, aún no se ha manifestado del todo.

--La economía requiere confianza, ¿no predica usted pesimismo?--Debemos tomar como modelo la Gran Depresión. Ahora ya se sabe que esta era inevitable por ser una crisis sistémica. Se llega a ella por agotamiento del modo de funcionar. Hoy pasa lo mismo. No estamos ante una crisis de final de modelo, ni del fin del mundo.

--Y ¿qué nos ha llevado a ella?--El agotamiento de la capacidad de endeudamiento. Los gobiernos están llegando a niveles brutales de deuda y sus planes de estímulo no sirven.

--Eso es tanto como decir que estamos predestinados al desastre...--Los sistemas envejecen como las personas. En 1991 se habían agotado todas las vías de funcionamiento y se generalizó el crédito. Igual pasó en el 2000. Eso ha funcionado 17 años. Hoy, la deuda privada en España equivale al 220% del PIB. No puede crecer más.

--¿Aún no ha llegado la crisis? ¿Está seguro?--Estaremos como ahora hasta después del verano. A mediados del 2010 se pondrá claramente de manifiesto que no se puede hacer nada, vendrá la caída, hasta el 2011-2012 y después un periodo de estancamiento hasta el 2015, en que comenzará una suave subida basada en la productividad y la eficiencia. Para comprobarlo basta con esperar al 2010.

--¿Hemos de prepararnos para ir para atrás?--Durante los próximos años, sí. Pero hay que matizar: ¿Es ir hacia atrás no obtener crédito para viajar a un lugar lejano? La recuperación llegará por la mejora de eficiencia y productividad. Hasta ahora, nos basamos en crecer por crecer.

--Si ya hoy se ha revelado un exceso de capacidad de producción y, por tanto, de empleo, su pronóstico lo empeora. Así que, ¿a qué niveles de desempleo debemos empezar a acostumbrarnos?--En el 2012 se puede llegar al nivel del 30%.

--Pero eso es insostenible...--Después, con la recuperación, que estará basada en la eficiencia y la productividad, bajará un poco. Pero nos tenemos que acostumbrar a un nivel de paro elevado, en el caso de España, entre el 15% y el 20% de forma sostenida. Con todo, son porcentajes que miden la población desocupada sobre la activa. Si queremos bajar el porcentaje, podemos variar la definición. El PIB de España puede haber bajado el 20% de aquí al 2012. Para evitarlo, se puede cambiar la definición de PIB. Y eso se hará.

--¿Ve algún sector con futuro?--Claramente sí. Pero el lema será que lo necesario es lo importante. ¿Es necesario enviar fotos por el móvil? No. Y ¿comer? Sí. Ahora bien, para un ingeniero que está reparando un puente enviar una foto por el móvil ¿es necesario? Sí. ¿Y comer caviar Beluga? No. Lo que significa que no es importante. Esto es eficiencia. Creo que los sectores que tendrán una enorme importancia son la biotecnología, la alimentación, la logística integral...

¿Y las energías renovables?--Ya son importantes, pero no creo que tengan un recorrido muy largo. Prácticamente han vivido de las subvenciones. Todo depende del precio. En todo caso, lo importante será la eficiencia energética, más que la producción.