El presidente de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), Jaime Echegoyen, ha admitido que el también conocido como banco malo "probablemente" no venderá este año los 15.000 inmuebles (pisos, suelo, locales comerciales e industriales) que tenía previsto. La firma se deshizo de 5.000 de estos activos en el primer semestre, 28 al día y un 38,2% que en el mismo periodo del año pasado.

Esta caída de las ventas, ha justificado en un acto de Europa Press, es "coincidente con la del conjunto del sector, salvo raras excepciones". La Sareb, ha añadido, debe defender el capital de sus accionistas (el Estado, el mayor de ellos) y no puede vender a pérdidas, por lo que "en algunas ocasiones" le toca esperar hasta que aparezca un comprador dispuesto a pagar un mejor precio. Además, ha continuado, algunos de sus activos están en zonas donde todavía no se ha recuperado la demanda.

Aunque no lo ha citado en esta ocasiones, el ejecutivo también ha apuntado anteriormente que parte de la ralentización se debe a la contratación de nuevas sociedades para vender los activos (servicers), que este año los están recibiendo de las antiguas vendedoras (las sociedades inmobiliarias de los bancos nacionalizados que cedieron los activos a la Sareb como parte de la reestructuración bancaria impuesta a España a cambio de la ayuda europea).

Lentitud

Echegoyen, pese a estas justificaciones, ha reconocido que el ritmo de liquidación de activos de la sociedad es "algo lento" para lograr su objetivo de desaparecer dentro de 12 años y medio. "Habrá momentos de actividad más grande, pero creo que necesitaremos todo el tiempo que nos dieron", ha mantenido. Su "intención", ha completado, es que el Estado no pierda dinero en el proceso. "Tenemos que trabajar mucho y nos tiene que acompañar algo de suerte y el crecimiento económico del país. No vamos por mal camino", ha señalado.

El directivo también se ha referido a las reuniones que mantendrá esta semana con las alcaldesas de Madrid, Manuel Carmena, y Barcelona, Ada Colau. "Debemos ser flexibles. Que las orejas nos crezcan bastante para oír bien. Estamos en posición de oyentes. Somos una sociedad privada, todo lo tiene que aprobar el consejo. Somos parte de la solución, no del problema", ha apuntado. También se ha referido a un posible camino del mandato de la Sareb con un posible nuevo Gobierno tras las generales: "Nosotros (por su equipo directivo) u otros harán lo que diga".

El ejecutivo ha defendido asimismo el polémico swap (seguro para proteger su deuda de oscilaciones en los tipos que contrató en el 2013) y que, al caer el Euribor por debajo de lo previsto por la sociedad, le provocó unas minusvalías de 2.700 millones que tuvo que cargar contra su patrimonio. Echegoyen ha admitido que el producto le volverá a provocar pérdidas este año probablemente pero ha argumentado que hay que verlo como un seguro de coche, que es necesario aunque no tengas accidentes.