El fondo estratégico de inversión o "fondo soberano a la francesa" tendrá una dotación inicial para el 2009 de 20.000 millones de euros, 14.000 pertenecientes a las participaciones del Estado en diversas empresas (Air France, Renault o France Télécom) y 6.000 millones en efectivo.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, explicó los objetivos y el montante del fondo en un discurso en el que defendió la industria y dijo que "Francia no puede ser una reserva para turistas". Frente a quienes le acusan de pasar del "liberalismo al socialismo", se declaró pragmático. El fondo pretende apoyar a las empresas que no hallen financiación para su desarrollo y "asegurar el capital de empresas estratégicas" para que no caigan en manos extranjeras. Puso el ejemplo de Alstom, en la que entró el Estado y luego revendió la participación con plusvalías.