El presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la cancillera alemana, Angela Merkel, se reúnen hoy en Toulouse para resolver las diferencias que les separan en torno al grupo europeo EADS, dedicado a la industria aeronáutica y militar. Las conversaciones se centrarán en cómo encontrar una fórmula de gestión más sencilla y eficaz que la actual, con dos presidencias. La empresa, de la que depende Airbus, tuvo el año pasado 572 millones de euros de pérdidas, debido al incumplimiento del calendario de fabricación del gigante A380

Aunque hay consenso en acabar con las dos presidencias --la del francés Louis Gallois y la del alemán Thomas Enders--, el problema está en encontrar la fórmula que permita mantener el equilibrio franco-alemán. Merkel declaró este fin de semana al diario Handelsblatt que lo principal es gestionar EADS con criterios de empresa, no políticos, un objetivo al que en su opinión puede contribuir la cumbre de hoy.

El Frankfurter Allgemeine Zeitung asegura en su edición de hoy que Berlín permitiría que sea un francés el que pilote EADS, la casa matriz, y que un alemán esté al frente de Airbus. Hasta ahora, la situación era al revés.

El capital de EADS está repartido de forma muy equilibrada entre Francia y Alemania. París tiene un 15% de las acciones y el grupo Lagardère, otro 7,5%. En Berlín, DaimlerChrysler tiene un 15%, y un grupo de accionistas públicos y privados, otro 7,5%. España, que está fuera del pacto de accionistas, tiene un 5,48% del capital a través de la SEPI.

Como telón de fondo de los desencuentros entre ambos políticos figura la forma en que contemplan la política monetaria del BCE y sus efectos sobre la moneda única. Aunque Sarkozy no se ha mostrado tan agresivo una vez elegido presidente, no oculta sus discrepancias con el BCE y su incomodidad con un euro tan fuerte. Merkel, por su parte, es mucho más cauta y partidaria de que la autoridad monetaria sea independiente.