Siguiendo el ejemplo de Alemania, y para salir al paso de la amenaza que representa la deuda pública sin un ajuste presupuestario, Nicolas Sarkozy anunció ayer su voluntad de reformar la Constitución francesa e introducir en el texto el principio de control del déficit público. "El restablecimiento de las finanzas públicas no debe ser el compromiso de un Gobierno, sino de la nación. Debe ser duradero, y para eso hay que modificar la gestión de las finanzas públicas", argumentó.

En una conferencia gubernamental sobre el déficit pú- blico, celebrada en el Elíseo, Sarkozy indicó que el objetivo es que la ley de presupuestos tenga "la competencia exclusiva sobre las disposiciones fiscales" y que el Parlamento vote "los compromisos en materia de finanzas públicas que asumimos ante nuestros socios europeos".

La iniciativa francesa se produce cuando Bruselas se plantea asimismo legislar sobre determinadas operaciones en los mercados financieros para evitar la especulación. Para la cancillera Angela Merkel está claro que la próxima cumbre del G-20 en Canadá debe marcar el comienzo de una nueva fase en la regulación de los mercados: "Aprovechemos la cumbre para lanzar una señal común de fortaleza", dijo ayer la cancillera alemana, en un simposio organizado por el Ministerio de Finanzas.

ATAQUE VELADO A CANADA Sin repetir una a una las propuestas que ha enumerado en los últimos días, Merkel sí volvió a referirse a su intención de introducir un impuesto a las transacciones financieras o una tasa bancaria para crear un fondo internacional, ejemplos en los que recordó que muchos países están de acuerdo. Sobre los que no lo están, Merkel dijo que era "extremadamente frustrante" que no se sumaran a los esfuerzos comunes. Entre ellos está Canadá, anfitrión de la cumbre.