El presidente de DaimlerChrysler, Jürgen Schrempp, y el resto de la cúpula de su consorcio están dispuestos a renunciar a un 10% de su retribución si la plantilla acepta una rebaja de sus sueldos. La inusitada oferta responde al intento de frenar el conflicto que paraliza la producción de Mercedes. Schrempp es supuestamente unos de los directivos mejor pagados de Alemania, con unos ingresos anuales estimados en 7,5 millones de euros.

La factoría de Sindelfingen, la mayor que esa marca tiene en el país, fue escenario ayer, por tercer día consecutivo, de protestas y paros de su plantilla en contra de las amenazas de deslocalización a zonas más baratas.