La situación del sistema financiero es delicada, principalmente en EEUU, pero no es previsible que se llegue a colapsar, si se entiende el término por destrucción o ruina de una institución. Diversos expertos recuerdan que ha habido crisis antes. El corralito en Argentina resultó un duro golpe para el ahorro de aquel país, y los bancos acabaron recuperándose, pese a las cuantiosas pérdidas que acumularon. En Europa algunas entidades se han visto obligadas a ampliaciones de capital.