Seat ha dejado de producir unos 1.150 coches en el último mes y medio debido a protestas sindicales externas a la filial de Volkswagen, sobre todo las protagonizadas por trabajadores de su exproveedora de salpicaderos SAS y empleados de su proveedora de juntas de caucho GDX.

Desde que se anunció el cierre de SAS, el pasado día 12 de marzo, sus trabajadores han bloqueado en cinco ocasiones los accesos a la planta de Martorell (Barcelona) y han provocado paros parciales en la producción. Sin embargo, el día más conflictivo fue el pasado jueves, cuando una huelga en GDX dejó a Seat sin juntas de caucho y tuvo que parar la fabricación de un millar de automóviles, según la firma afectada. A mediodía del viernes se normalizó el suministro de GDX hacia Seat, y la compañía hizo acopio de existencias.