Seat logró cerrar el 2002 con notables beneficios pese a que sus ventas bajaron el 6% en comparación con el año anterior, según anunció ayer su presidente, Andreas Schleef. En una entrevista con el diario Die Welt , Schleef dijo: "Puedo adelantar que creo que habrá números negros y que las ganancias serán dignas de ver".

Schleef lamentó que Seat aún esté lejos de lograr una rentabilidad del 9% sobre el capital. Explicó que la categoría de vehículos pequeños que fabrica Seat ofrece un margen menor que los grandes. A su juicio, los productos de Seat son mejores que su reputación, pero se necesita tiempo para convencer al mercado.

En el 2002 la filial española de Volkswagen vendió 460.000 vehículos, el 6% menos. Parte de la caída de ventas se justifica por el hecho de que el nuevo Ibiza no alcanzó la plena capacidad de producción hasta mediados del año pasado.