Los ministros de la Unión Europea (UE) responsables del sector de la automoción se reunirán mañana con el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de Industria, Antonio Tajani, en un encuentro al que asistirá el titular español, Miguel Sebastián. El objeto de la cita es discutir "la situación económica de la industria de la automoción europea, las medidas a corto plazo, así como las medidas a medio plazo disponibles para la recuperación de la crisis", según un comunicado publicado hoy por el Ejecutivo comunitario.

Aunque, según fuentes comunitarias, el nuevo comisario convocó a los ministros para conocer de primera mano sus impresiones sobre el sector en un marco general, es de esperar que los reunidos traten el plan de reestructuración del gigante estadounidense General Motors para sus plantas de Opel en Europa.

General Motors prevé un recorte de 8.370 empleos (900 de ellos en la planta española de Figueruelas) y la obtención de ayudas estatales por valor de 2.700 millones de euros para sacar a flote a su filial en el viejo continente. La reunión también pretende hacer seguimiento de lo debatido "durante el consejo informal de Competitividad que se celebró en San Sebastián (España) los días 8 y 9 de febrero pasado, sobre la estrategia a medio plazo", según informó hoy la Comisión.

En ese consejo se discutió, entre otras cosas, la puesta en marcha de un proyecto comunitario para el coche eléctrico, "muy vinculado a la recuperación económica y de especial interés para España", según dijo entonces la ministra de Ciencia e Innovación española, Cristina Garmendia. La reunión de mañana con el comisario europeo -que se incorporó la semana pasada a su nueva cartera- será informal, por lo que no habrá decisiones ni conclusiones oficiales. No se trata del primer encuentro sobre el sector de la automoción celebrado entre los ministros de Industria de los estados miembros y los responsables de la Comisión Europea.

El predecesor de Tajani en el cargo, el alemán Günther Verheugen, convocó a los ministros en varias ocasiones para pedirles que, para conservar el empleo en sus países, no compitieran entre ellos en subvenciones a GM-Opel, porque ello pondría en peligro el mercado interior y violaría las reglas de competencia europeas.