El ministro de Industria, Miguel Sebastián, compareció ayer en el Congreso para presentar su plan de ahorro energético. Pero la insistencia de los grupos parlamentarios en la necesidad de abrir un debate acerca del futuro energético del país le llevó a proponer un pacto de Estado para garantizar el suministro a largo plazo y a un precio asumible.

La sombra de la energía nuclear sobrevoló la sesión, de forma encubierta en el caso del popular Antonio Erías (que pidió una "energía competitiva") y de forma abierta en el caso de Josep Sánchez Llibre, de CiU ("No podemos prescindir de ninguna tecnología disponible"). Sebastián mostró su "apertura al debate", y dejó claro que el Gobierno descarta crear nuevas centrales. El ministro explicó que el plan tendrá un presupuesto de 245 millones de euros entre el 2008 y el 2010, que será asumido por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) en su mayor parte, y el resto por los presupuestos del ministerio. El objetivo es ahorrar entre 5,8 y 6,4 millones de toneladas equivalentes de crudo, unos 4.104 millones de euros.

Entre las 31 medidas, destaca el recorte de un 20% de media de los límites de velocidad en el acceso y circunvalaciones de las grandes ciudades. Además, se va a limitar la temperatura de los edificios públicos no residenciales, salvo hospitales, a un mínimo de 26 grados en verano y un máximo de 21 grados en invierno. Mediante vales en la factura de la luz, Industria regalará una bombilla de bajo consumo por casa en el 2009 y otra en el 2010 y repartirá seis millones de bombillas con un programa de 2x1.

CON CORBATA Como anécdota, el ministro de Industria, que desde que empezó el calor ha dejado de utilizar corbata, compareció ayer luciendo una de ellas. Lo hizo en atención al presidente de la Cámara baja, José Bono, que cuando tuvo conocimiento de la iniciativa del ministro le instó a utilizarla.