Los grandes de la intermediación inmobiliaria y los medianos y pequeños, como los agentes de la propiedad inmobiliaria, coinciden en que se está produciendo un duro ajuste de puntos de venta por el parón del mercado de compraventas de pisos y consideran que será positivo porque este proceso incrementará la profesionalidad y la transparencia del sector.

Sin embargo, los mismos protagonistas discrepan sobre la salida. Las grandes cadenas, como Don Piso, prevén que el 25% de las pequeñas inmobiliarias se integrará en grandes redes "para sortear el cambio de ciclo". Por contra, los agentes de la propiedad inmobiliaria (API) aseguran que los que solo se dedicaban a "expender" pisos no sobrevivirán y que los agentes profesionales tenderán a agruparse entre ellos y compartir información y servicios.

FALTA EQUILIBRIO Don Piso reconocía ayer que al sector le afecta la caída del 25% de transacciones del primer trimestre. La cadena atribuye el frenazo a la resistencia de los propietarios a ajustar precios, mientras los compradores se esperan a un abaratamiento. "Es necesario encontrar el punto de equilibrio", afirmaba un portavoz de la cadena.

Desde el 2000 hasta el 2006, la cifra de inmobiliarias se multiplicó por cuatro, hasta los 30.000 establecimientos. Los API auguran que unos 15.000 locales cerrarán antes de mediados del 2008.