El sector financiero teme que la reforma fiscal que prepara el Gobierno para reequilibrar el presupuesto y ajustar el déficit fiscal acabe con un instrumento de inversión bastante extendido como son las Sicav (sociedades de inversión de capital variable), que es la figura colectiva más utilizada por las grandes fortunas en España. Aunque desde el Ejecutivo aún no se ha explicitado que la reforma fiscal vaya afectar a estos instrumentos, formaciones políticas como IU-ICV y ERC condicionan su apoyo a los presupuestos del Estado del 2010 a un cambio legislativo que afecte a la tributación de las plusvalías y especialmente a los tramos más altos de ingresos.

Desde Inverco, la asociación que agrupa a las sociedades financieras, se considera que incrementar los tipos impositivos que gravan a las Sicav --el 1% sobre la sociedad y el 18% sobre las plusvalías del capital de cada partícipe-- supondría algo más que la desaparición de estos instrumentos y puede tener un efecto demoledor sobre los propios mercados financieros. El sector reclama "neutralidad fiscal", lo que debería impedir que el socio o partícipe de una institución de inversión colectiva tribute dos veces y pague más a Hacienda que si invirtiera directamente en el mercado. "El empeoramiento de las actuales condiciones fiscales de las Sicav provocará la deslocalización de la gestión de este ahorro fuera de España", considera Carles Tusquets, vicepresidente de Inverco. Los gestores estiman que los efectos pueden ser aún peores.

El problema es, según el sector, que si se modifica la tributación de las Sicav españolas, los gestores no tendrán inconveniente en trasladar las sociedades a otros países donde las ganancias patrimoniales están exentas (Austria, Bélgica, Dinamarca, Grecia, Holanda, Hungría, Italia y Luxemburgo, entre otros) o a los países en los que las instituciones de inversión colectiva no tributan o sus socios o partícipes tributan a un tipo fijo (Alemania, Finlandia, Francia, Irlanda, entre otros).

CAIDA DE LA BOLSA Según Tusquets, esa no será la única consecuencia de un cambio legislativo que grave a estas sociedades. De las carteras de renta variable de las Sicav que se gestionan desde España, el 50% está invertido en la bolsa local. "Si se gestionan desde fuera, el peso de la bolsa española será del 1% o el 2%, como máximo. De esa manera se producirá un bajada inevitable de la bolsa española". Aunque la mayor parte de la inversión de esas carteras está en renta fija --pública y privada--, el resultado igualmente sería que su peso disminuiría al 2%, el mismo que el de los mercados financieros españoles en el mundo.