España echa el freno al turismo, y después de tres años de un altísimo crecimiento habrá un "empate" con los resultados del 2017, debido a la ralentización del crecimiento del turismo internacional afectado por el impacto del crecimiento de otros países del entorno, según las previsiones de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) que representa a más de 13.000 establecimientos y 1,5 millones de plazas hoteleras.

Con un descenso cercano al 3 %, los británicos y alemanes liderarán la caída en la llegada de turistas internacionales a España debido a los "precios muy competitivos" de países como Turquía, Egipto, Grecia o Túnez. Una situación que se compensará con el aumento del turismo nacional, entre un 65 % o 67 % de españoles eligen este país para pasar sus vacaciones, de los cuales más de la mitad ya tienen hechas sus reservas.

También habrá este año una recuperación de los destinos de interior y de ciudades como que compensará las caídas de las zonas de sol y playa. Las ciudades que más están notando esta tendencia serán Granada, Córdoba, Sevilla, Toledo, Salamanca, Valladolid o Burgos; pero también en el norte, las ciudades de San Sebastián y Bilbao, y Valencia, con un crecimiento "notable".

Cataluña será la primera Comunidad Autónoma que recibirá turismo extranjero, con entre un 23 % y un 25% de las llegadas de turismo internacional, seguida de Canarias, Baleares, Andalucía, Madrid y Valencia.

Por su parte, el presidente de la patronal turística pidió al Gobierno "pensar ya" en una campaña "de comunicación" con vistas a septiembre u octubre hacia el mercado británico, principal mercado español, por los efectos que el Brexit pueda tener.

Principal problema: las viviendas turísticas

Para el presidente de Cehat, Juan Molas, las viviendas turísticas "ilegales y piratas" siguen siendo el "primer problema del sector turístico español". "Estamos jugando con la marca, con la competitividad, con los barrios de muchas ciudades (…) donde se está provocando ésta mal llamada ‘turismofobia’ y esta situación de descontrol que esperemos se corte", argumentó Molas.

Desde la confederación ya han trasladado su preocupación la semana pasada a la Secretaría de Estado, según dijo Molas, quien espera que en la Conferencia Sectorial de Turismo de este miércoles, en la que se reúne la ministra Reyes Maroto con los consejeros turísticos de las comunidades autónomas, encuentren "el conducto más homogéneo en cuanto a leyes y persecución y control de las mal llamadas viviendas turísticas".

Miedo a las huelgas

A la huelga de Ryanair y la de los controladores franceses se suma este mes el anuncio del personal de Iberia en Barcelona y del personal de servicios de tierra de Aena que han convocado una huelga para el 29 de julio, una situación que desde el sector hotelero consideran que "hay que regular".

"La ley de huelga se tiene que regular de forma clara y contundente, hay servicios estratégicos que no pueden permitirse que se haga huelga un 29 de julio (…) con lo cual reclamamos y exigimos al gobierno medidas en este sentido y debate en el congreso de los diputados", propuso Molas.

Para Molas, "esta costumbre de convocar huelgas en periodos de alta demanda vacacional con el objetivo y la excusa de obtener mayor repercusión en la imagen pervierte el objetivo mismo del derecho de huelga".