El sistema bancario irlandés, en el origen de la crisis que vive el país, será reestructurado. El primer ministro, Brian Cowen, anunció ayer que el tamaño del sector se reducirá considerablemente.

Dos años después de que el Gobierno garantizara los depósitos, Irlanda sigue teniendo seis bancos domésticos, nacionalizados o seminacionalizados la mayoría de ellos. En los próximos meses, el sector pasará por el quirófano para sufrir severas y necesarias amputaciones.