Los armadores y pescadores tienen como objetivo paralizar hoy la actividad pesquera y las lonjas de toda España en medio de un clima de pesimismo por la negativa de la Comisión Europea a dar nuevas ayudas que palíen la subida del gasóleo. Los mayoristas de pescado mostraron ayer su apoyo a la huelga convocada por las cofradías, que también afectará a Francia, Portugal e Italia.

El sector reclamará al Gobierno central y a la Comisión Europea soluciones a la subida del gasóleo, que ayer se compraba a 0,75 euros el litro en los muelles, y al descenso de los precios por las importaciones. Hasta ahora, los efectos de los paros han sido más simbólicos que reales en el mercado, puesto que más del 50% del pescado a la venta procede del extranjero. Pero la situación puede cambiar mañana.

La mayoría de las cofradías enviarán hoy autocares a la manifestación frente al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en Madrid. El sindicato CCOO se mostró en contra de la huelga del sector pesquero, que calificó de cierre patronal, y planteó negociar en una mesa la reconversión. El paro general se produce después de que el comisario de Pesca, Joe Borg, afirmara ayer que las subvenciones a los combustibles, que han subido un 240% desde el 2004, son "ilegales" y "no servirían para enfrentar los problemas subyacentes". En su lugar, planteó la reducción de la flota pesquera.

CAEN LAS RESERVAS En Francia, continuaron ayer las movilizaciones, que coincidieron con una caída inesperada de las reservas de petróleo de 8,8 millones de barriles en EEUU, que causó una subida de la cotización del crudo Texas (126,73 dólares) y del Brent (127,40).

Por otra parte, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) se ha sumado al paro en el transporte de mercancías por carretera convocado por Fenadismer a partir del 8 de junio.