El principal problema que tienen los agricultores extremeños que cultivan tomate viene derivado del sistema de penalizaciones que se está aplicando al sector, al estar establecidos unos umbrales de garantía por cada uno de los estados miembros.

Esta penalización, progresiva a lo largo de los años, "puede desembocar en que, en el año 2008, la ayuda al tomate haya prácticamente desaparecido".

Así lo puso de manifiesto ayer el Jefe de Servicios de Ayudas y Regulación de Mercados de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Guzmán, en el transcurso de la mesa redonda que tuvo lugar ayer en Agroexpo sobre la reforma de la OCM de frutas y hortalizas, y que se centró en el transformado de tomate.

De esta forma, la Junta de Extremadura trata de evidenciar que, o se adopta un sistema de modificación de los mecanismos comunitarios para resolver la situación, o España no podrá competir con el resto de países europeos, que carecen de penalizaciones al tener umbrales más generosos.

Por su parte, el representante del ministerio, José Escartín, manifestó en el transcurso del debate que ahora mismo están en fase de conversación con todos los agentes sociales y autoridades económicas afectadas, para tomar una decisión en beneficio del mantenimiento del sector y de las producciones y, sobre todo, para intentar eliminar las penalizaciones actuales.