Todavía está por ver si el actual presidente del Eurogrupo y ministro de finanzas holandés en funciones, Jeroen Dijsselbloem, conseguirá aferrarse al cargo tras la debacle del partido socialdemócrata (PvdA) en las elecciones legislativas celebradas el pasado miércoles en Holanda. Pero salga o no del Gobierno, las posibilidades de que el ministro español, Luis de Guindos, pueda reemplazarlo al frente del Eurogrupo se han puesto muy cuesta arriba. Las tres instituciones europeas -Consejo, Eurocámara y Comisión- están actualmente ocupadas por políticos conservadores y situar en la presidencia del Eurogrupo a un candidato de esa misma familia política parece tarea imposible.

Dijsselbloem, que este lunes se ve las caras por primera vez con sus colegas de la eurozona tras el hundimiento electoral de su partido, llegó a la presidencia del Eurogrupo en enero del 2013 y renovó para un segundo mandato, tras vencer a Luis de Guindos que también quiso presentar su candidatura, a mediados del 2015. Esto significa que, en circunstancias normales, tendría todavía por delante diez meses de mandato, hasta mediados de enero del 2018.

El pasado 15 de marzo, sin embargo, el PvdA sufrió un duro revés electoral perdiendo de golpe más de 20 escaños lo que ha hecho resurgir en los pasillos de Bruselas una pregunta. ¿Puede seguir siendo Dijsselbloem presidente del Eurogrupo -el órgano que reúne a los ministros de finanzas de la zona euro- si sale de la coalición de gobierno en Holanda? Mientras el holandés esté en funciones -y las negociaciones pueden prolongarse durante meses- la respuesta parece evidente. Pero ¿qué ocurrirá si finalmente su partido no entra en la nueva coalición de gobierno holandesa -necesitan al menos cuatro partidos- y es reemplazado? ¿Perdería automáticamente la presidencia o podría quedarse?

LO QUE DICEN LAS REGLAS

Las reglas europeas no están nada claras. Hay tres documentosque mencionan la presidencia del Eurogrupo. El primero, el Tratado de Lisboa, lo único que dice en su protocolo 14 es que los miembros del Eurogrupo elegirán a su presidente por una mandato de dos años y medio. El segundo, las conclusiones del Consejo Europeo de octubre del 2011, sí desarrolla cuáles son las responsabilidades de este órgano pero tampoco zanja si el presidente debe ser obligatoriamente ministro de economía o finanzas de su país o no.

Mientras que el tercero, el método de funcionamiento interno del Eurogrupo que data octubre del 2008, deja la puerta abierta a su continuidad. Todo lo que dicen es que "los candidatos a presidente (del Eurogrupo) deben tener el cargo de ministro nacional de finanzas", "haber adquirido alguna experiencia en los trabajos del Eurogrupo y disfrutar de un reconocimiento general sobre sus conocimientos en cuestiones de unión económica y monetaria".

Es decir, para ser candidato a presidente del Eurogrupo hay que ser ministro de finanzas pero una vez que uno es presidente las reglas no dicen que tenga que dejar el cargo si pierde su ministerio. Dicho de otro modo Dijsselbloem no tendría por qué abandonar la presidencia aunque políticamente sería difícil justificarlo si su partido no entra en la nueva coalición de gobierno holandesa.

Estas mismas reglas sí precisan, no obstante, que en el caso de que el presidente no pueda cumplir con sus responsabilidades será reemplazado por "un presidente en funciones" que podrá ser el ministro de finanzas del Eurogrupo que ostenta la presidencia del Ecofin -consejo de ministros de economía y finanzas de los 28- o de la siguiente presidencia del Ecofin a ocupar por un miembro de la zona euro. En este caso, Estonia.

EQUILIBRIO INSTITUCIONAL

Las reglas son, sin embargo, solo reglas. Lo que significa que está en manos de los ministros de la Eurozona abrir el melón sobre la renovación si Dijsselbloem termina saliendo de la escena política holandesa o evitar remover las aguas ante la situación política de Europa. En todo caso, los jefes de estado y de gobierno de la UE anunciaron en su última cumbre que a finales de año volverán a abordar el proceso, los criterios y equilibrios necesarios en los nombramientos de los altos cargos europeos en el próximo ciclo institucional.

Tanto la Comisión Europea como el Consejo Europeo y la Eurocámara están ocupados por políticos del PPE -solo la jefa de la diplomacia es socialista- lo que significa que sería difícil que los socialistas aceptaran dar la futura presidencia del Eurogrupo a un conservador. El ministro español Luis de Guindos lo es, lo que complica mucho sus opciones. Y además hay otros que parten con ventaja, por estar en el bando político adecuado, y que se dejan querer como el socialdemócrata eslovaco Peter Kazimir. "No importa el resultado de las elecciones holandesas. No es lo más importante. Necesitamos continuidad y estabilidad", decía en enero Kazimir.