Trabajo quitó la razón a las mutuas en el 62% de los 12.000 casos que analizó y que tuvieron que admitir que eran enfermedades profesionales. El Seguro ha decidido impedir que las mutuas puedan recurrir sus resoluciones cuando supervisa procesos de este tipo. Los sindicatos exigieron que se revisaran decisiones médicas porque sospechaban que muchos casos de enfermedad profesional eran desviados como dolencias comunes.