Las bolsas cerraron a lo grande una semana en la que se temía que los indicios de corrección vistos en jornadas precedentes tomaran cuerpo. Muy al contrario, el Ibex acabó con una subida del 2,46%, hasta los 11.161 puntos, motivada por la resurrección del mercado inmobiliario en Estados Unidos, así como por el positivo mensaje de recuperación enviado por el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke. En el conjunto de la semana, el selectivo español se ha apreciado el 2,38%. Ayer se situó en el nivel más elevado del año.

Del susto del pasado lunes, cuando la bolsa encajó su mayor caída en tres meses (el 2,78%), se ha pasado a la euforia. A las últimas declaraciones de Warren Buffet, de los estrategas de Goldman Sachs y Morgan Stanley y del FMI, se sumaron ayer los buenos datos de la industria manufacturera y de servicios en Francia y Alemania y, especialmente, las cifras de ventas de casas de segunda mano al otro lado del Atlántico. Las ganas de subir ya se vieron a primera hora, cuando cotizaron los buenos resultados de GAP, presentados la víspera, ya con Wall Street cerrado. Los mayores beneficios de lo esperado de la cadena de ropa apuntan a que el consumo repunta. Lo mismo que lo hace la industria y los servicios en las dos mayores economías de Europa. Con estos datos, todos los parquets emprendieron la subida.

Los grandes valores tiraron con fuerza del mercado español. Repsol YPF subió el 3,23%; el BBVA, el 3,19%; el Santander, el 3,04%; Iberdrola, el 2,31%; y Telefónica, el 2,10%. Iberia lideró las ganancias del Ibex, con un ascenso del 3,77%, seguida por Banco Popular, con el 3,73% y Acerinox (3,57%).

Abertis fue la única que registró pérdidas en el selectivo español, al bajar el 0,03%. En el mercado continuo, Aisa fue la que más ganancias registró, con alzas del 22,86%. A Aisa le siguió Prisa, que subió el 18,16%, tras conocerse que la estadounidense IBN comprará el 4,5% del grupo de comunicación.