La bolsa ha sufrido esta semana. Y los bancos han sido de los que peor lo han pasado. El golpe al Banco Popular tras unos resultados desalentadores y la caída de Telefónica por los malos augurios de Vodafone minaron el 2,57% al Ibex 35 en las cinco últimas sesiones. El retroceso ayer fue del 0,73%, hasta los 11.589 puntos, suavizado por unos buenos datos macro en EEUU, que tampoco esconden el inquietante estado de salud de su economía. La constante caída del barril de petróleo acabó de animar a los inversores. Los mercados de renta variable se dieron un respiro tras la publicación de unos datos macroeconómicos positivos en EEUU.

Entre los grandes valores del mercado, el Santander terminó la jornada con un descenso del 0,16%; Telefónica, del 1,16%; el BBVA, del 2,04%; Repsol, del 0,69% e Iberdrola, del 0,50%, mientras que Unión Fenosa fue a contracorriente y se revalorizó el 4,73%, animada por las noticias que apuntan que será objeto inminente de compra. Al contrario, el Banco Popular se dejó el 4,6% tras sus malos resultados de anteayer. Mapfre se contagió de las malas previsiones de Múnich Re (-7,5%) y perdió más del 4%. Ayer, además, los temores sobre las hipotecas basura se avivaron a consecuencia de las grandes pérdidas de National Australia Bank. Indra hizo de contrapeso tras escalar más del 5% por sus buenos resultados.

Dentro del mercado continuo, la inmobiliaria Cleop lideró las ganancias con un avance del 9,4% después de mostrar sus cuentas al mercado. Itinere, Fersa y Jazztel fueron las cotizadas del mercado continuo que más sufrieron, registrando castigos que alcanzaron el entorno del 5%. En el resto de Europa, los principales indicadores bursátiles cerraron casi planos, con el CAC parisino al frente (0,6%), gracias al empuje de dos grandes compañías como Danone y Saint Gobain, ambas con ascensos superiores al 6%, básicamente como consecuencia de sus buenos datos fundamentales.