La bolsa española fue la que mejor se portó ayer y el Ibex 35 logró mantener, aunque a duras penas, el nivel de los 13.400 puntos. Aun y así, el índice no pudo evitar retroceder un 0,23%. El consuelo fue que cayó menos que el resto de europeas, que bajaron el 0,33% la de París, el 0,55% la de Milán, el 0,54% la de Fráncfort y lo mismo la de Londres.

La razón hay que buscarla en Wall Street, que comenzó su sesión a la baja, lo que arrastró a todos los mercados europeos. Se supo que los pedidos de bienes duraderos a las fábricas estadounidenses bajaron inesperadamente en febrero, lo que abunda en la idea de que hay recesión en este país. También la venta de casas nuevas ha caído al nivel más bajo de los últimos 13 años. El pesimismo en Nueva York afectó sobre todo a las instituciones financieras, y entidades como Citigroup y American Express se desplomaban a media sesión. Por si no fuera suficiente, el petróleo repuntó hasta un 4%.

Pero hacia el final de la sesión, la balanza se inclinó hacia el otro lado al conocerse que el índice de confianza empresarial en Alemania estaba subiendo en marzo y que los pedidos industriales en la zona euro se habían incrementado un 2% en enero. También influyó que el euro se revalorizó, sostenido por las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, respecto a las medidas que tomará para contener la inflación.

Con estos mimbres, todos los grandes valores aguantaron con ligeras pérdidas excepto el Santander, que subió el 0,16%. Destacaron BME, con un alza del 5,94%, e Iberia, que se revalorizó el 4,6% por los rumores de que British Airways u otra aerolínea podría presentar en breve una oferta de compra. También Colonial, Inditex, Renovables y ACS ganaron por encima del 2%. El mayor descenso fue el de Ferrovial, que se dejó el 2,66%, mientras que Abertis perdió el 2,11%. Criteria, Cintra, Gamesa y Grifols también bajaron por encima del 1%.