La bolsa española abrió ayer sus puertas pese a ser una jornada casi festiva, pero podría no haberlo hecho. En una jornada con un nivel muy bajo de negocio (apenas 1.590 millones de euros), el selectivo Ibex 35 registró una ligera caída del 0,17%, pero logró salvar la frontera de los 12.000 puntos (cerró en los 12.011).

El mercado español estuvo en línea con la evolución de los del resto de Europa. En espera de indicadores relevantes de la evolución económica internacional, que no llegarán hasta la segunda mitad de la semana, el selectivo francés se dejó el 0,17%, mientras que el alemán cedió el 0,58% y el británico cayó el 0,23%. El Eurostoxx, que reúne a los principales valores del continente, descendió el 0,47%.

Además de la falta de datos de importancia, también pesó en el ánimo de los inversores el temor a un pronto aumento de los tipos de interés en Estados Unidos, ante la mejora de su economía. De hecho, el dólar se apreció ayer frente al euro (1,4818 unidades de la moneda americana) y provocó abaratamientos en el petróleo y el oro. Ante estas perspectivas, los inversores pueden optar por vender ahora para lograr beneficios antes de que caigan más. Los inversores también se fijaron en el anuncio del diario The Wall Street Journal, según el cual el Gobierno de Barack Obama, alentado por la reactivación económica, se plantea recortar en unos 200.000 millones de dólares el programa de 700.000 millones aprobado por el Congreso hace más de un año para el rescate del sistema financiero.

De los cinco grandes valores de la bolsa española, solo Iberdrola logró acabar la sesión en positivo, con un alza del 0,54%. La mayor caída fue para Telefónica (-0,86%), seguida de Repsol (-0,48%), Santander (-0,38%), y BBVA (-0,31%). El gran protagonista del día, con todo, fue Ferrovial, que ascendió el 4,12% el día de su estreno como nueva compañía tras la fusión con su filial Cintra. Iberia, por su parte, lideró los descensos, con una caída del 2,2%.