Nicasio López, presidente de la Organización Interprofesional del Tabaco de España (Oitab), destaca la incerdumbre que vive actualmente todo el sector, que aún no sabé qué pasará cuando desaparezcan las ayudas.

López asegura que lo importante es saber si el año que viene habrá un "razonable precio de compra del producto para que el agricultor pueda seguir adelante. Si no podemos producir porque no hay precio ¿para qué queremos subvenciones ni nada que se le parezca?", declara.

En cuanto a la entrada de la transformadora italiana por primera vez en el mercado español asegura que no ha tenido nada que ver en el alza de precios experimentada este año.

A su juicio las transformadoras Cetarsa y Agroexpansión trabajan este año unos precios razonables. "Los precios el año que viene tienen que subir porque de lo contrario no se va a poder producir. El año que viene no habrá ayudas y ese dinero alguien lo tiene que poner y creo que deben hacerlo las multinacionales que son las que manejan el sistema", afirma el presidente de Oitab.

BUENAS CALIDADES De otro lado, López se reafirma en que las calidades del tabaco español son buenas. "El agricultor del tabaco está muy profesionalizado y sabe muy bien lo que tiene entre manos. Lo que necesitamos es que se aclare el horizonte y acabar con las incertidumbres para poder seguir invirtiendo en nuestras explotaciones. ¿Quién se va a arriesgar a invertir si no va a haber un precio razonable? Los beneficios van a repercutir en toda la zona porque todos directa o indirectamente viven de él", sentencia Nicasio López.

La Oitab a lo largo de este año ha reclamado a la administración autonómica la inclusión del tabaco en los planes de desarrollo rural, el reestablecimiento de medidas agroambientales para que éstas sean incluidas en los planes de desarrollo rural y que la cuantía por hectárea de cultivo supere los 600 euros actualmente establecidos.

El objeto de estas medidas es la continuidad del cultivo de tabaco en España, así como el futuro de las 20.000 familias que directa o indirectamente viven de este cultivo en todo el país, la mayoría en Extremadura. Bruselas decidirá en diciembre sobre su futuro.