El presidente del sindicato de funcionarios CSI-CSIF, Domingo Fernández, cree que la mayoría de los empleados públicos no secundarán la huelga general del 29 de septiembre y asegura que su organización no la apoyará. En declaraciones a EFE Fernández dijo que la huelga general "no será eficaz, llega dos años tarde y no resolverá nada", al tiempo que puntualizó que el "sentir de los trabajadores de la función pública es no apoyarla", ya que "no la consideran acertada".

Asimismo recordó el "escaso seguimiento" que tuvo el paro general de los empleados públicos, tras el recorte salarial medio del 5% aprobado por el Gobierno y dijo que "si no fueron al paro con la rebaja de los salarios y su congelación para el próximo año, ahora menos". Fernández reconoció que el CSIF se vio "obligado" a convocar aquel paro de los funcionarios y aseguró que "paralizar el país, es una medida muy fuerte".

Puntualizó que pese a las discrepancias de CSIF con la nueva reforma laboral, que tachó de "incompleta" y "lesiva para las relaciones laborales", ésta no justifica paralizar un país. "¿Qué va a resolver (la huelga) una vez aprobada la reforma laboral?", aseveró, tras dudar de la eficacia del paro general.

Asimismo, no compartió los argumentos que esgrimen CCOO y UGT para convocarla y aseguró que CSIF "no ve claridad en sus mensajes, ni en lo qué piden", ya que -en su opinión- seguir con cuatro millones de parados "no es bueno", por lo que "habrá que aceptar cambios". Criticó la confusión de los mensajes de los sindicatos convocantes y hacia quién va dirigida la huelga, "si es contra el Gobierno, la política económica o contra los empresarios".